1/29/2006

LA REBELION DEL BAHORUCO - ECO TAINO



Por Milton Olivo
Diaro Horizonte
Publicado el miércoles,

11 de enero de 2006

Era el año de 1502, sobre la ciudad de Niti, la mas importante ciudad de Quisqueya a la llegada de los españoles, capital del Cacicazgo de Maguana, reino del Cacique Caonabo la cual después de la Matanza de Jaragua, y el ahorcamiento de su viuda y heredera la Cacique Anacaona, esta ciudad construída de tabla de palma y bambú y cobijada de yagua y palmas, arquitectura perfecta para un ambiente tropical, esta había sido incendiada y destruída. Pero sobre sus cimientos se había construído una nueva ciudad denominada San Juan de la Maguana.

En su empeño por borrar las tradiciones autóctonas y el pasado, los españoles se habían propuesto cambiar los nombres de los Yucateques o pueblos, cristianizándolo, agregándole algún santo delante. Ocurrió además de con Maguana tomaron el nombre de Cacicazgo (San Juan de la Maguana), con Macorix (San Pedro de Macorix), Ocoa (San José de Ocoa), Las Matas (San José de las Matas), Yuma (San Rafael de Yuma), El Seibo (Santa Cruz del Seibo), Sabaneta (San Ignacio de Sabaneta), Samaná (Santa Bárbara de Samaná), Mao (Santa Cruz de Mao) Jacagua (San Francisco de Jacagua), etc.

Desde la llegada de los españoles el inteligente bohechío hermano de Anacaona y señor del Cacicazgo de Jaragua comprendieron que los nativos no podían resistir a los invasores por la superioridad de sus armas y siempre estuvieron dispuestos a servirles soportando sus exigencias. Después de la muerte de Caonabo en 1495 y heredar el reino Anacaona la hermana y heredera de Bohechío el señor del Cacicazgo de Jaragua ella había unificado políticamente ambos reinos.

El Gobernador Nicolás de Ovando, temeroso del poder de esta y de su influencia en la zona, envió emisarios donde Anacaona, a la cual le proponía que reuniera todos los príncipes o Nitaínos (Especie de Síndicos) de su reino para pactar un tratado de paz con su presencia.

Anacaona siempre cuidadosa en su trato con los invasores, reunió todos los Nitaínos y preparo un recibimiento real al Comendador, en cuyo honor organizo grandes fiestas y bailo areyto con todos los suyos, es memorable el espectáculo que preparo con 300 jóvenes que no habían conocido varón danzando un areytos compuesto para la ocasión.

Nicolás de Ovando tenía sus propios planes, inmediatamente los príncipes se reunieron a señal convenida con sus soldados los mandó a encerrar y prenderles fuego.

Entones comenzó una macabra orgía de sangre, cuentan los cronistas que alrededor de 70 jinetes armados de lanzas y espadas se dedicaron a traspasar, degollar, y decapitar a centenares de hombres, mujeres y niños en las calles del pueblo de Jaragua en sus contornos, sin el menos sentido de piedad.

En este genocidio también fue víctima Maniocatex, señor del Bahoruco, padre de Guarocuya, conocido en la historia como el Cacique Enriquillo. Quien entonces era un niño de alrededor de 6 años. Quien luego fue rescatado por su Tío Guaroa quien después se suicido luego de luchar con el Capitán Federico Velásquez, para no entregarse luego de ser desarmado por este, pues el invasor vino a atacarle luego de haber entre ambos pactado la paz. Muero libre fueron sus ultimas palabras.

17 años después en 1519, con alrededor de 23 años, hastiado de los abusos de los invasores, decide declararse en rebeldía y desarrollar un sistema de guerra de guerrillas en las montañas de Bahoruco.

14 años dura su lucha. Donde ni da ni pide cuartel. Trasladándose de un lado a otro de la cordillera. Atacando pueblos a ambos lados de esto. Convirtiéndose junto a Tamayo y Ciguayo en el terror de los españoles.

Su política era no negociar con ningún español, pues estos eran mentirosos, traidores y ladrones. Y violadores permanentes de cuanto era sagrado para la raza nativa, cuyos mandamientos eran: No Mentiras, No Robaras, No serás vago y Respetara a los Mayores.

Después de 14 años de guerra, asolando comunidades españolas, robando sus armas y derrotando cuantos ataque planificaban los invasores, en 1533 llega a la isla el Capitán General Francisco de Barrionuevo enviado del Monarca español con un documento donde se le proponía la paz, el Cacique del Bahoruco decide reunirse con el cerca del lago que desde entonces lleva su nombre.

El acuerdo fue sencillo, a cambio de terminar la guerra, el Cacique exigió la libertad para los de su raza, oprimido bajo el régimen de la encomienda que nos era mas que una forma de esclavitud disimulada bajo ese eufemismo (donde a los españoles se le asignaba una cantidad de nativos en encomienda para trabajarles gratis), un territorio libre con su propia fuerza de policía donde pudiesen vivir bajo propio gobierno, y sin pago de tributo a la corona española.

Pacto este que convirtió al Cacique del Bahoruco en el Libertador de Quisqueya. A partir de ahí, ante tanta grandeza y generosidad, plumas prohispánicas pagadas e interesadas han tratado por siglos de rebajar la figura legendaria del Cacique del Bahoruco. Humillar su heroísmo, empequeñecer su sacrificio y ridiculizar sus actos. Pues es una forma de desmoralizar el pasado de la raza nativa la cual es más del 69 por ciento de la población actual de la República Dominicana, según estudios cromo somático realizado el año pasado.

Se inventaron que fueron extinguidos, que eran de piel rojiza, que no tenían barbas y mil cosas mas para que el pueblo ignore sus verdaderos orígenes y no tengan claro quienes han sido sus verdugos, por resultante existir en un limbo existencial ignorando la verdad de su propia historia. De manera de facilitar su opresión.

Ellos son ni negros ni blancos, más bien pardo. Escribió el Almirante Cristóbal Colon en su diario de a bordo. (Diario de Cristóbal Colon, Pág. 22, Editorial Sopena).Aunque en "Historia de las Indias cuenta el cronista Fraile Bartolomé de las Casas...que habían visto mujeres moza tan blanca como podían ser en castilla. Libro I Cáp. III. De ahí nace lo de indio claro e indio oscuro, que no era más que una forma de diferencial los nativos de piel clara u oscura de los extranjeros con igual piel.

Los Capitanes Tamayo y Ciguayo que al contrario de Enriquillo, su política era; español que cayera en sus manos, español que era sacrificado en venganza por los crímenes cometidos contra los de su raza. El Cacique por su parte los que atrapaba vivo los devolvía sano y salvo, su idea era una guerra moral a la que pudiese llegarse a una paz sin odios. Pero su sentido del honor no era el de los invasores.

De manera que cuando pacta la paz con el enviado de la corona el Capitán Francisco de Barrionuevo, Tamayo y Ciguayo desconfiado de los españoles, emigran al oeste de la isla desde cuyo reducto habían estado peleando en los últimos tiempos. Y a ellos le siguen muchos de los que estaban con el Cacique Enriquillo y su esposa Mencía, nieta de la reina Anacaona.

Posiblemente sea la verdadera razón de las devastaciones de Osorio en 1606, 73 años después. Dividir el pueblo Taino -los Quisqueyanos- en dos, consciente de que en el futuro el idioma se convertiría en un obstáculo insalvable entre esas dos partes del pueblo. Además a cambio recibir territorios que habían sido perdidos en la guerra con Francia. Y es ahí la verdadera razón del conflicto histórico haitiano, la lucha entre los recién llegados africanos y aquellos mulatos que no son más que los descendientes del pueblo Taino que quedo en el oeste después de las devastaciones. Por eso la historia oficial de este lado jamás vuelve a mencionar a tan esforzados capitanes.

Con esto adquiere sentido lo de la indivisibilidad de la isla. Que no era más que un discurso de los mulatos haitianos, consciente de sus orígenes, el cual fue asumido también por los líderes africanos. Y la razón de los repetidos degüello de los africanos contra la población mulata del oeste de la isla. Motivados por Toussaint con las siguientes palabras "Los mulatos son cabezas feroces cuya amputación es una obra meritoria y necesaria para la salvación de nuestra República".

El autor es Escritor e Investigador Histórico
olivomilton@hotmail.com